Rara es la película que puede cruzar la línea entre lo escatológico y lo sublime, lo absurdo y lo agudo. La profundamente extraña “Sasquatch Sunset”, protagonizada por Riley Keough y Jesse Eisenberg, es esa película.
Un retrato de cómo reacciona una tribu sasquatch ante la invasión del mundo moderno, juega como “Quest for Fire” con chistes sobre caca.
La película sigue a una familia de sasquatches (criaturas míticas con apariencia humana interpretadas por Eisenberg, Keough, Nathan Zellner y Christophe Zajac-Denec) durante un año mientras navegan por la vida en lo profundo de un bosque del noroeste del Pacífico.
Es una mirada realista a cómo se comportan al estilo Bigfoot, buscando comida, arrojando heces a los cuervos mientras se comen el cadáver de uno de sus amigos y haciendo arte con ramitas.
Ah, y hay gruñidos. Muchos gruñidos. Y un montaje de caca.
Sin narrador ni diálogos, la primera parte de “Sasquatch Sunset” parece un documental sobre la naturaleza que se centra en el apareamiento y los hábitos de baño de Bigfoot.
Deambula, aparentemente sin sentido, y es una diversión de segundo año por un tiempo, pero justo cuando la novedad de ver estrellas de cine envueltas en pieles de sasquatch comienza a agotarse, los directores David y Nathan Zellner aumentan la sinceridad.
El mundo moderno se hace presente cuando la familia encuentra un camping.
Un estéreo reproduce a todo volumen la canción de Erasure “Love to Hate You” mientras los sasquatches aprenden el conmovedor mensaje de que no están solos en el mundo.
A partir de ese momento, sus vidas se convierten en una confusa búsqueda de supervivencia mientras se topan con cosas que no pueden controlar.
Al menos, “Sasquatch Sunset” está firmemente dedicado a su premisa. Se centra más en las heces que un documental promedio de National Geographic, pero Keough y Eisenberg se sumergen primero en (Big)foot, ofreciendo lo que seguramente serán las actuaciones más extrañas, pero más comprometidas, de sus carreras.
Creerás que un sasquatch puede tirar su caca. ¿Pero te importará? Depende de su compromiso con la premisa.
Es a la vez conmovedor y repugnante, ridículo y genuino. No será para todos.
El ritmo lento y la pura audacia de la idea separarán a los amigos de los enemigos de la película, pero incluso los escépticos tendrán que admitir que hacer y estrenar una película de Bigfoot tan extraña en 2024 no es poca cosa.
No calificable.
2024-04-19 10:46:00
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