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Solo en el campo, Xavi se quedó mirando fijamente hacia adelante con los brazos cruzados. A su alrededor, los jugadores y el personal del Real Madrid celebraban su victoria final en la Supercopa de España.
Los responsables de comunicación del club se acercaron al entrenador del Barcelona, probablemente para aconsejarle qué decir en la conferencia de prensa posterior al partido, pero a él pareció importarle poco lo que se discutió: todavía parecía en estado de shock.
En esta misma final del pasado mes de enero, también en Riad, la capital de Arabia Saudita, Xavi sentó las bases de su proyecto en Barcelona con una amplia victoria sobre sus rivales del Clásico, el Madrid.
El balón circuló rápido y su equipo defendió perfectamente, ejerciendo una presión alta sobre el equipo de Carlo Ancelotti. El Barça acabó ganando 3-1, con goles de Gavi, Robert Lewandowski y Pedri, y la actuación consolidó una idea en la que Xavi venía trabajando desde que los jugadores regresaron del parón del Mundial un par de semanas antes: jugar con cuatro centrocampistas.
Xavi se ha referido frecuentemente a ese partido en las últimas ruedas de prensa. Desde que empezó a recibir críticas por el desempeño del equipo esta temporada, ha tendido a comparar esta temporada con la anterior, señalando que, después de aquella Supercopa, el equipo fue hacia arriba.
Se aferraba a la perspectiva de que esta competición -la versión española de la Community Shield pero ampliada a cuatro clubes- fuera de nuevo su punto de inflexión, el ‘clic’ que busca.
Sin embargo, la única similitud entre ambas finales fue que Lewandowski marcó en ambas. En lo demás, eran totalmente opuestos. Todo lo que salió perfectamente hace 12 meses salió dramáticamente mal en la derrota del domingo por 4-1.
Vinicius Junior anotó un hat-trick en la primera parte el domingo (Helios de la Rubia/Real Madrid vía Getty Images)
Empecemos por la defensa.
Xavi puso a Ronald Araujo como lateral derecho para intentar controlar a Vinicius Junior, con Jules Kounde jugando como central. Esta ha sido la norma en los últimos Clásicos y ha servido para neutralizar con éxito al delantero brasileño del Madrid.
Pero anoche, Vinicius Jr jugó más central, y en lugar de cambiar la posición de Araujo para contrarrestar este ajuste de Ancelotti, el uruguayo se quedó como lateral. El resultado fue que, a los 10 minutos, el Barça ya perdía 2-0 con ambos goles del delantero madridista. El Madrid supo hacer mucho daño por el medio y tanto Kounde como Araujo fueron culpables.
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Más adelante en el partido, Araujo cometió un penalti innecesario al agarrar a Vinicius Jr. Por esa infracción, vio su primera tarjeta amarilla. Finalmente fue expulsado cuando faltaban 20 minutos tras ver una segunda amarilla por otra falta sobre el delantero madridista, al verle escaparse con tranquilidad.
Araujo suele ser un líder para el Barça (en un equipo que carece de un verdadero liderazgo) pero, durante todo el partido, estuvo errático y desconectado. Es evidente que no está al nivel que alcanzó el año pasado.
Alejandro Balde también parecía fuera de ritmo, aunque Xavi optó por posicionarlo demasiado adelante, algo que lo penalizó. El lateral no es hábil en situaciones de uno contra uno; su gran cualidad es su velocidad. Como anoche estuvo más cerca del área rival, como si fuera un extremo, no pudo aportar tanto peligro a la zaga madridista.
En el centro del campo hubo un problema similar. Las líneas estaban más adelantadas, lo que significaba que cuando el Barça perdía el balón los centrocampistas del Madrid tenían pases fáciles a dos jugadores muy rápidos: Vinicius Jr y Rodrygo. Esto llevó a que quedaran muy expuestos en el mostrador.
Además, Xavi alineó con cuatro centrocampistas: Frenkie de Jong, Ilkay Gundogan, Pedri y Sergi Roberto. La prioridad parecía ser hacerse con el balón y no perderlo. Sin embargo, en los primeros 15 minutos del partido, el Madrid tenía más del 70 por ciento de la posesión. Y durante todo el partido, el Barça ejerció poca presión sobre sus rivales. Parecían un equipo juvenil intentando quitarle el balón a un equipo profesional.
Los jugadores de Xavi estaban desorganizados, sin ideas y no parecían tener claro en qué posición debían jugar. Era como si no hubieran entendido las instrucciones de su entrenador respecto a una formación que no parecía tener un pivote defensivo claro.
Faltaban muchas cosas, pero en lo más alto de la lista estaban las ideas y el carácter. Hubo mucha confusión. Y en la segunda mitad hubo falta de capacidad de reacción, algo que el Barcelona ha demostrado este año contra rivales más humildes.
En la delantera, Lewandowski anotó uno de sus mejores goles de la temporada, una volea que dio algo de esperanza al reducir a la mitad esa ventaja inicial de 2-0 en el minuto 33, antes de que Vinicius Jr poco después y Rodrygo a mitad de la segunda parte enterraran cualquier optimismo, envolviendo la victoria del Madrid.
“Hemos jugado muy buen fútbol esta temporada, diría mejor que el año pasado, pero una cosa es lo que analizas y otra es lo que veo”, dijo Xavi en su rueda de prensa previa al partido del sábado.
“La idea no cambia si jugamos con cuatro centrocampistas o con tres. Se trata de ambientación, triangulación y superioridad numérica. Es un ADN que Johan Cruyff le inculcó hace 30 años. El año pasado estábamos muy orgullosos del Barça en la final (de la Supercopa) y este es el camino que buscamos, fieles al cruyffismo”.
Son declaraciones que no han envejecido bien.
El partido del domingo demostró que el Barça no está jugando mejor que el año pasado y que la crisis deportiva que se cierne sobre el equipo es real.
En el Clásico de pretemporada disputado en Estados Unidos, el equipo de Xavi fue superior al Madrid y le ganó por 3-0. En el encuentro de La Liga de octubre, el Barça dominó la mayor parte del partido y jugó excelentes 60 minutos, pero fue derrotado por 2-1 tras dos momentos de genialidad de Jude Bellingham.
Esta vez ya no pudieron jugar contra el Madrid en igualdad de condiciones y terminaron el partido con la sensación de que se podría haber hecho aún más daño.
Cuando sonó el pitido final, por suerte sin tiempo añadido, Lamine Yamal y Fermín López lloraron desconsoladamente. Se suponía que esta sería la temporada de consolidación de Xavi y, sin embargo, sus actuales campeones han retrocedido.
El director deportivo Deco afirmó que el club no está pensando en cambiar de entrenador, pero nadie puede negar que ahora hay dudas sobre el futuro de Xavi.
(Foto superior: Giuseppe Cacace/AFP vía Getty Images)
2024-01-15 17:26:38
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