Viajes queer: ¿Por qué no ir a Scottsdale?

Cualquiera que siga mi vlog habrá notado que estuve en Estados Unidos en mayo y visité varias ciudades allí. Ya había informado sobre mi visita a Las Vegas. Después de permanecer en la metrópoli del juego, aproveché la (quizás) única oportunidad para visitar el Gran Cañón y luego conduje por una conocida parte de la Ruta 66 en Arizona hasta Phoenix.

Más precisamente a Scottsdale en Arizona. No había oído mucho sobre la ciudad al lado de Phoenix antes, pero siempre me sorprendía cuando veía paisajes con enormes cactus y una gran arquitectura en las revistas.

Sentía aún más curiosidad por la comunidad queer de Scottsdale. La ciudad es considerada el patio de recreo de los ricos y famosos. No es de extrañar, entonces, que aquí haya más spas exclusivos per cápita que en cualquier otra ciudad estadounidense.

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Cultura, arquitectura y vaqueros.

Pero tampoco se descuida la escena cultural local. Scottsdale no solo es sede de uno de los festivales artísticos más prestigiosos del país, sino que también es la antigua casa de invierno del famoso arquitecto Frank Lloyd Wright. Estoy muy interesado en esa arquitectura.

También podrás ver bonitos vaqueros en “el pueblo del oeste más típico del Oeste”. Además, frente a las puertas de la ciudad se extiende el desierto de Sonora, el desierto con mayor riqueza de especies del continente.

Allí pude cumplir mi viejo sueño de viajar en globo. Aunque dudé mucho tiempo si hacerlo o no. Finalmente, tengo miedo a las alturas. Fue una experiencia soportable y inolvidable. También hice un recorrido todoterreno por el desierto en un jeep, que también fue impresionante.

Cuando se trata de vida nocturna LGBTI, Scottsdale solo tiene un bar de baile para ofrecer. Hay muchas más opciones en la vecina Phoenix. Sin embargo, casi todos los establecimientos gastronómicos también contaron con una gran asistencia de comunidad queer. Especialmente los centros comerciales y las numerosas pequeñas boutiques del bonito Art District.

Fiestas legendarias en la piscina del Hotel W

Me recomendaron de antemano el hotel W en Scottsdale porque era muy amigable para los homosexuales y fue realmente genial. Hablé con la directora de marketing Anna Ly-Luu sobre las ventajas de esta atractiva ciudad desértica.

En Arizona no hay mar y, de todos modos, hay pocas masas de agua. Esta es la razón por la que es más probable que las personas asistan a grandes fiestas en la piscina. Fui testigo de esto en el Hotel W. La fiesta se prolongó hasta bien entrada la madrugada en algunas salas. Sin embargo, y eso me pareció fascinante, no notaste nada en tu habitación y (si querías) podías dormir realmente en paz.

De Arizona pasamos a California, a los lugares queer de Los Ángeles y San Francisco. Pronto os contaré lo que viví allí.