Un estadounidense compra tres asientos para volar con un perro de servicio gran danés

Un vídeo que muestra hasta dónde llegó un viajero para viajar con su perro se ha vuelto viral en TikTok.

Gabriel Bogner estaba listo para mudarse de Los Ángeles a Brooklyn pero solo había un problema; El joven de 27 años planeaba volar, pero su perro de servicio era más grande que las cajas de carga más grandes de la mayoría de las aerolíneas.

Con un peso de 65 kg, Darwin el gran danés está lejos de ser un perro de bolso. Entonces, Bogner hizo lo mejor que pudo y compró tres asientos: uno para él y dos para Darwin.

En el vídeo, que ha sido visto 18,2 millones de veces, se muestra a Darwin repartido en los dos asientos.

“¿Quién dice que los grandes daneses no son perros de avión”, dice Bogner en el pie de foto del vídeo. “¡Un saludo a @American Airlines por hacer que nuestra mudanza a Brooklyn fuera pan comido! (Sí, compré 3 asientos para nosotros en el avión)”.

La mayoría de los espectadores que comentaron el vídeo parecieron divertirse con el enfoque de Bogner.

Uno sugirió que habrían solicitado inmediatamente un cambio de asiento para estar más cerca del perro, mientras que otro dijo que un perro era mucho mejor que un bebé en un vuelo.

A pesar de la respuesta mayoritariamente positiva, Bogner compartió un video de seguimiento explicando por qué American Airlines permitió que su cachorro entrara en el área principal del avión.

“Tengo la enfermedad de Crohn”, explicó Bogner en el vídeo, y agregó que Darwin era su perro de servicio.

“Consideré conducirla yo mismo, alquilé un avión, consideré que alguien más la condujera, pero ninguna de esas opciones parecía realmente viable, y cuando le pregunté qué tan grande era la caja debajo del avión, terminó siendo más grande que la caja más grande disponible”, dijo.

Luego, Bogner investigó las aerolíneas que admiten mascotas y habló con alguien de American Airlines.

“Descubrí que si tienes un perro de servicio, sin importar su tamaño, técnicamente está permitido en el avión”.

Como Darwin no es un perro pequeño, preguntó si su tamaño afectaría su capacidad para sentarse en la cabina. El personal supuestamente dijo que no importaría, pero que tal vez necesitarían comprarle dos asientos para que pudiera caber cómodamente.

Luego, Bogner tuvo que completar un formulario para el Departamento de Transporte, el cual fue aceptado.

En Estados Unidos, no es raro ver algún que otro perro en la terminal de un aeropuerto, pero Bogner dijo que el tamaño de Darwin fue una sorpresa para algunos viajeros.

“Definitivamente fue una sorpresa para la gente que caminaba por el aeropuerto”, dijo. “Ver un caballo literal acercándose a ellos”.