El poder de la sugestión consciente: cómo Emile Coué nos enseñó a vivir mejor

Emile Coué, 1857-1926, fue un psicólogo francés, poco conocido, pero abrió caminos para vivir mejor. Fue la primera persona que valoró e importancia al tremendo poder de la “sugestión consciente”.

Enseñó a alimentar la mente repitiendo palabras o imágenes como autosugestión positiva. Lo que repites conscientemente va al subconsciente y tiene mucho poder. Puedes reprogramar y condicionar tu mente para que sea tu aliada en lograr lo que quieres.
La mente condicionada es capaz de ordenar lo que deseas. Emile aprendió hipnosis y es famoso por su mantra: “Todos los días, en todos los sentidos, me va cada vez mejor”. Practica mucho la autosugestión con ese mantra o el que quieras crear. Decreta con fe.

Emile, siendo farmacéutico, descubrió el efecto placebo con los pacientes a los que atendía. Comprobó que si alguien se autosugestiona de que algo lo cura, eso puede hacer que se cumpla.

Placebo es lo que se da como pastilla de azúcar, líquido, terapia o una buena afirmación. Es decir, no es un medicamento, pero actúa como tal gracias a la fe o sugestión de la persona.

El efecto se utiliza en medicina con pacientes que no pueden tomar un medicamento por contraindicación. Se destaca el poder maravilloso de la fe y la sugestión consciente. Se proporciona información falsa al paciente, pero los efectos curativos son positivos porque él desea sanar.

Toma conciencia del tremendo poder de estas dos palabras: “Yo quiero”. Un sabio Guía dijo: “La palabra ‘yo’ es la clave que pone en marcha el motor de la creación. Las palabras ‘yo quiero’ son sumamente poderosas, son órdenes para el Universo.

El secreto es que salgan del corazón y se repitan con fe para que se hagan realidad. Un pensamiento expresado se convierte en algo manifestado, en algo real. Los pensamientos, las palabras y los actos son creadores.

Pensamiento, palabra y acción son la energía que termina creando la realidad que vives. Por lo tanto, elige ser consciente de cómo piensas, hablas y actúas. La energía vital se origina en tu forma de pensar, hablar, sentir y actuar. Según cómo vives, te conectas con frecuencias vibratorias positivas o negativas. Si meditas con frecuencia, percibes diferentes tipos de energía que circulan en tu cuerpo.

Según los Maestros espirituales, hay más de cien tipos diferentes. La energía vital crece con una paz constante que te eleva a una zona de luz y te conecta con el Espíritu. Tienes un gran potencial que crece si vibras en amor hacia ti mismo, hacia Dios y hacia los demás. Si tu mente está contaminada y no manejas bien tus emociones, la energía vital disminuye. Aumenta cuando amas, sirves, meditas, tienes paz interior y actúas con conciencia y coherencia.

Gonzalo GalloG.
Escritor y conferencista.