Por Arthur I. Cyr
La reciente cumbre entre los presidentes Joe Biden de Estados Unidos y Xi Jinping de China fue útil, especialmente para los ejecutivos empresariales estadounidenses presentes, pero también puso de relieve los graves problemas económicos de la dictadura de Xi. Estos incluyen un mercado inmobiliario en colapso y una deuda de los gobiernos locales cada vez más preocupante.
La reunión de septiembre entre el presidente ruso Vladimir Putin y el líder norcoreano Kim Jong-un esencialmente no fue un evento. Ambas naciones luchan con graves problemas económicos, y la primera con la agotadora guerra de Ucrania.
Por el contrario, la larga visita en abril pasado del Presidente Yoon Suk-yeol de Corea del Sur a Washington DC –durante la cual cantó la famosa apertura de la canción “American Pie” de Don McLean de 1971 en una cena de estado– subraya tanto la creciente influencia de esa fuerte nación y la alta prioridad de la alianza con Estados Unidos.
La transformación de Corea del Sur ha sido realmente sorprendente y continúa. A principios de la década de 1960, la nación era una de las economías más pobres del mundo. Toda la península de Corea, todavía una sociedad campesina, fue devastada por la Guerra de Corea (1950-53). Sin embargo, hoy en día, la República de Corea se encuentra entre las veinte principales economías del mundo y ocupa puestos de liderazgo en las industrias del automóvil, la electrónica avanzada, la construcción naval y otras industrias.
La rápida industrialización y la modernización económica se complementan con una sorprendente transición de la dictadura a la democracia. El presidente y general Park Chung-hee sofocó la incipiente democracia e impuso un autoritarismo militar extremadamente duro durante casi dos décadas.
Fue asesinado en 1979 por el jefe de la KCIA, la agencia nacional de inteligencia. En la memoria coreana, sigue siendo un símbolo respetado de fuerza y eficacia para muchos, aunque con el progreso y el paso del tiempo se desvanece.
El general Park fue sucedido como director ejecutivo por dos generales más, Chun Doo Hwan y Roe Tae Woo, pero la creciente presión por una verdadera representación democrática resultó insuperable.
La piedra angular de la transición a la democracia fue la elección de Kim Dae-jung como presidente en 1998. Completó su mandato de cinco años sin interrupción y en 2000 recibió el Premio Nobel de la Paz.
Como símbolo público de la oposición a la dictadura de Park, fue encarcelado durante varios años. En otra ocasión, agentes de la KCIA lo secuestraron y planearon matarlo. Sólo la intervención del alto funcionario de la CIA estadounidense, Don Gregg, le salvó la vida.
Los notables logros internos de Corea del Sur se han manifestado mientras el país se ha vuelto cada vez más influyente en los escenarios globales. En 2012, la administración Obama nominó astutamente al presidente Jim Yong Kim del Dartmouth College, nacido en Seúl, Corea, como presidente del Banco Mundial.
La visión original de las Naciones Unidas combinaba objetivos contrapuestos de favorecer a las naciones más poderosas y una representación global inclusiva. Kim y el ex secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, personifican el importante papel cada vez mayor de Corea del Sur como puente entre las naciones desarrolladas y en desarrollo.
Las economías de mercado y los gobiernos razonablemente representativos caracterizan ahora una proporción cada vez mayor de las naciones en desarrollo del mundo. En resumen, Corea del Sur está posicionada para guiar a las naciones en desarrollo hacia la prosperidad.
Las Naciones Unidas hoy son fuertes. Las decisiones de la ONU y de Estados Unidos en 1950 para defender a Corea del Sur fueron vitales para este éxito. Durante la larga Guerra de Vietnam, Corea del Sur mantuvo aproximadamente cincuenta mil tropas en Vietnam del Sur. Eran abrumadoramente fuerzas de combate. El principal incentivo fue la lealtad a Estados Unidos forjada durante la Guerra de Corea.
En el entorno actual, Yoon tiene la oportunidad de desarrollar un papel protagónico de liderazgo global, con la ruidosa Corea del Norte desviada hacia la izquierda del escenario.
Arthur I. Cyr ([email protected]) es el autor de “After the Cold War – American Foreign Policy, Europe and Asia” (NYU Press y Palgrave/Macmillan; edición en coreano de Oruem Publishing).
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2023-11-23 19:05:07
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